sábado, febrero 02, 2008

Posicionamiento ante un hipotético gobierno de coalición PSOE-IU

Rafa Almazán ha lanzado una pregunta entre los bloggeros de la “Red Progresista” que valoremos si PSOE e IU deberían pactar para formar gobierno, en palabras de Aznar, un gobierno social-comunista. Me propongo responder a su idea.

1. Soy de los raros que piensan que de los pactos de gobierno “normales” se debe hablar después de las elecciones. Llamo “pactos de gobierno normales” a los que son suscritos entre formaciones políticas que limitan ideológicamente. Un elector cuenta con esa posibilidad cuando deposita su voto, cosa que no ha podido tener en cuenta cuando se habla de “pactos anormales”. Un pacto entre PSOE e IU entrará dentro de los pactos normales.

2. La ejecutiva de IU estaría loca por entrar en el Gobierno de España, pero tendría que aprender que es el Gobierno de España, que es de todos y no sólo de los partidos que lo conforman. La mayor ventaja que podría sacar IU es ganar en confianza y credibilidad hacia buena parte del electorado que le cae bien pero que no acaba de fiarse tanto de ellos como para votarles. Tendrían que dejarse de bufonadas y dedicarse a realizar una gestión eficaz desde sus posiciones ideológicas (lo cual no es pedirles poco).

3. Entrar en el Gobierno es “molón” pero también quema y más cuando lo haces con un partido de la tradición gubernamental que tiene el PSOE. La labor de IU en un hipotético gobierno de coalición puede quedar oscurecida por el Presidente (somos presidencialistas de hecho) y correr el peligro de quedar hundida entre papeles, informes y comparecencias públicas, para ser fagocitados por el PSOE.

4. El punto más delicado lo encuentro en el PSOE, que pierde el arma del voto útil y gana una más clara posición ideológica. El asunto es que si el PSOE, que va desde posiciones liberales hasta de izquierda tradicional, está dispuesto a una coalición netamente izquierdista.

5. La coalición liberaría al PSOE de la presión de los medios de la oposición, ya que la derecha se centraría en los ministros comunistas. Ser el foco de atención y de crítica es bueno si se pone a personas capaces y con solvencia política, pero es un desastre si no es así.

6. El programa no sería demasiado problemático excepto en un punto, aunque sí lo serían los ámbitos de gestión. El punto más conflictivo sería el económico, porque el PSOE no dejaría que IU se acercarse a un ministerio que oliese a económico ni de lejos.

7. En conclusión. Pues no lo sé. Me gustaría cordialmente, pero me abstengo racionalmente por los motivos anteriormente expuestos.

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