domingo, febrero 24, 2008

Marruecos: salarios bajos y alto riesgo inversor

El otro día “El País” publicaba una noticia sobre los bajísimos salarios en Marruecos, que son utilizados como incentivo por ese país para atraer inversiones extranjeras. Alguien, con más mala fe que acierto, comparaba lo bien que lo estaba haciendo Mohamed VI y lo mal que lo hacíamos los españoles, específicamente los andaluces y que “Marruecos nos va machacar”.

El argumento es propio de un extraterrestre que acaba de llegar a nuestro planeta. Si Marruecos fuera un vergel de inversiones extranjeras, una economía creadora de empleo y de riqueza no habría millones de marroquíes en Europa Occidental trabajando, cosa que no pueden hacer en su país de origen.

Después ahora un dato que directamente es mentira. Andalucía no tiene la tasa de paro más alta de España, la tienen Ceuta y Melilla, pero como allí gobiernan los presuntamente liberales del PP no se dice nada.

Se aprende en primero de carrera que para calcular lo interesante que un sitio para invertir hay que calcular el riesgo. El riesgo tiene componentes muy variados, entre ellos la seguridad jurídica. El hecho de que los trabajadores puedan ser despedidos ilegalmente no es realmente un indicador muy bueno, ya que la arbitrariedad de los tribunales y de la Administración marroquí se puede volver en tu contra, con la misma facilidad que la has tenido a favor. Además de hartarte de pagar grandes sobornos, tendrán un chorreo continuo de pequeños sobornos e inconvenientes que cualquier tipo con un gorra en la cabeza quiera ponerte para poder sacarte el pertinente soborno.

Si las inversiones se calculasen únicamente sobre los salarios, hay países muchos más interesantes para invertir en el sur del mismo continente en el que Marruecos está. Pero el riesgo es tenido en cuenta.

Debería ser extraño que un autodenominado liberal estuviera a favor de la ausencia de Estado de Derecho y de la inseguridad jurídica, pero en este país liberales de verdad, yo no conozco a ninguno. Con los precedentes históricos del poco respeto que tiene Marruecos por el principio “pacta sunt servanda” y todo lo que tenga que ver con las limitaciones jurídicas, legales o contractuales, la estabilidad de una inversión depende de la voluntad de una persona, el Rey, y de su camarilla, que no son de los fiables.

No hay comentarios: