domingo, febrero 10, 2008

Conservadurismo y Liberalismo

El Liberalismo es el gran desconocido dentro de los movimientos políticos en España. Últimamente algunos grupos, personas y sectores reclaman para sí el título de “liberal”, pero luego en sus opiniones u hechos demuestran no ser tanto liberales como conservadores.

Esta confusión debió producirse el día que algún gurú de la derecha política dijo que ser de derecha y ser moderno era ser liberal. Unos cuantos se han apuntado al Liberalismo sin saber demasiado bien ni qué ni qué implicaciones tiene. Basta con darse una vuelta por los blogs autodenominados liberales para darse cuenta que sus opiniones están en línea con los blogs y medios conservadores. Siempre atacan a la Socialdemocracia o al Socialismo, pero nunca al Conservadurismo, lo cual es un síntoma; repiten tres o cuatro ideas copiadas de algún artículo norteamericano pero poco más.

El tema de la confusión entre Liberalismo y Conservadurismo me preocupa porque soy de los que mantiene que el Socialismo tiene una matriz liberal innegable (esto ha sido objeto del próximo número de “Argumentos de la Socialdemocracia”). Pero también me preocupa y enfada como defensor del rigor intelectual que palabras que designan dos cosas tan absolutamente diferentes sean confundidas para aniquilar lo liberal siempre a favor de lo conservador.

Propongo un análisis en trece puntos. Podrían ser más o menos, pero me parece que estos son suficientes. Metodológicamente adopto el modelo weberiano de los tipos puros a la hora de describir Conservadurismo y Liberalismo, aunque soy consciente de los múltiples matices que tienen cada una de estas dos ideologías.

Más adelante quiero utilizar este mismo esquema para comparar al Liberalismo con la Socialdemocracia, ver las concomitancias y las diferencias. Esto puede permitirnos tener un pequeño mapa comparativo entre estas tres grandes ideologías que conforman el espectro político de nuestro tiempo.

1. Hipervalor

El Hipervalor para los conservadores es la tradición, entendida como un trasvase histórico de una forma de comportamiento, un modo de entender la libertad y manera de organización social y política (lo que suele llamarse “cosmovisión”). La tradición tiene que ser respetada, mantenida y fomentada (conservada) porque manifiesta lo que una determinada política es y debe ser para mantenerse ordenada y sana.

Por el contrario el Hipervalor de los liberales debe ser la Libertad. Siguiendo a Isaiah Berlin se entiende la libertad en su sentido negativo, es decir, la libertad como remoción de todos los obstáculos externos para la realización de la libertad individual. No la tradición sino la Libertad es lo que ha de ser respetada, mantenida y fomentada, ya que es una característica inherente y definitoria del ser humano.

2. Ontología

La Ontología conservadora es profundamente naturalista. La naturaleza define la naturaleza humana y la misma tradición es un reflejo de la naturaleza de las personas y de los pueblos. El naturalismo de los conservadores les lleva a identificar lo social a lo natural, de forma que siempre buscan la naturalización de cualquier comportamiento, situación o institución social antes que reconocer su historicidad.

La Ontología liberal es economicista, en términos generales, coincidiendo algo en este punto con Karl Marx. La economía, entendida como ánimo de lucro, es el motor de la sociedad, de la historia y el principio de acción de los individuos y todo esto puede ser explicado en términos económicos. La naturaleza para los liberales no es más que el escenario mecánico y sin significado en el que se da la acción de los seres humanos.

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