domingo, febrero 10, 2008

Conservadurismo y Liberalismo (II)

3. Estratificación social

Los conservadores mantienen que siempre ha habido estratificación social y que esa estratificación social de una forma u otra, con una justificación u otra, obedece en última instancia a diferencia naturales entre los seres humanos, esto es, a antropologías diferentes. Platón defendió que cada grupo social estaba compuesto en virtud del alma dominante (racional, irascible o vegetativa) y esta teoría ha sido defendida en lo fundamental, con numerosas variaciones y encubrimientos, por el Conservadurismo. Al obedecer a un orden natural la estratificación social, no puede ser modificada sin un grave perjuicio para la comunidad en su conjunto.

Los liberales sostienen por el contrario que la estratificación social se debe a las acciones de los individuos, a sus éxitos económicos y en definitiva se configura sobre el patrimonio y la renta que el individuo tiene. El Liberalismo, para el cual todos los seres humanos son iguales por nacimiento, considera que la movilidad social es una de las características consustanciales al ejercicio de la libertad, mientras que los intentos de inmovilidad de las estratificaciones pretendidamente naturales son un impedimento para el ejercicio de la libertad.

4. Colectivos e individuos

Los conservadores consideran que los grupos sociales son la estructura básica de la sociedad. Es por ello la debilidad que tienen hacia la familia (de un tipo concreto) como cimiento de la realidad e institución inmutable por ser obra de la naturaleza, pero el asunto no acaba en la familia, sino en una afición por exaltar todos los grupos sociales que tengan cierta antigüedad. Ellos son los engranajes de la sociedad.

El Liberalismo se centra en el individuo. Es el individuo el que forma los grupos en uso de la libertad y los abandona. Los grupos se creados como consecuencia de sendos actos de la voluntad libre de los individuos. El individuo es el único actor verdaderamente importante en la vida social y la principal referencia a la hora de organizar cualquier estructura social. Incluir forzosamente a un individuo en un grupo constituye una violación de su libertad.

5. Valoración del cambio

El Conservadurismo siempre ve todo tipo de cambio con todas las cautelas. Los conservadores recelan de todos los cambios y sólo los aceptan cuando son hechos consumados, intentando atenuar al máximo las consecuencias que el cambio puede tener sobre la comunidad o la sociedad. Los conservadores tienen una “edad dorada” dentro de su cosmovisión, un periodo consciente o inconscientemente idealizado, al que siempre pretende acercarse.

Los liberales, por el contrario, son o deberían ser fervorosos creyentes de la religión del progreso. El Liberalismo encuentra sus fundamentos en la Ilustración, en la creencia que un mayor conocimiento no haría más libres y mejores, que la ciencia acabaría doblegando las determinaciones y el reino de la necesidad que la naturaleza nos han impuesto durante siglos. Al futuro y no al pasado se debe dirigir la acción humana.

6. Valores secundarios

He dicho que el Hipervalor de la tradición es el centro del Conservadurismo. Esa tradición tiene una serie de valores (conste que detesto la “moral de valores”, pese a que ahora esté utilizando esta terminología). Los valores que entran dentro de la tradición son los límites y las reglas en la que ha de desarrollarse la vida social e individual, por lo que la libertad estará circunscrita siempre a los valores tradicionales. La libertad, para los liberales, no sólo es el Hipervalor, sino que domina a los otros valores, que manera que estos solamente tienen importancia si son útiles para proteger, garantizar y ampliar la libertad.

7. Religión

Cuando hablamos de tradición, inevitablemente tenemos que acabar hablando de religión. La religión para los conservadores, independientemente de que personalmente sean fieles o no de una confesión, es una fuente de contenidos morales y de cohesión social y control social. La religión, sea en su forma confesional o disfrazada de moral, es la sangre de la tradición y su transmisión a través de la educación es un instrumento irrenunciable para los conservadores.

El Liberalismo mantiene, o debería mantener, la más absoluta libertad religiosa. Cada individuo tiene que ser libre de elegir la creencia religiosa que quiera, incluso si no quiere elegir ninguna. La separación entre lo religioso y lo político es la mejor garantía para conseguir la libertad religiosa.

8. Moral

La moral religiosa, que es la que defiende el Conservadurismo, es una moral de máximos, es decir, estipula cada aspecto de la vida porque no sólo pretende una convivencia social pacífica, sino hacernos felices según sus preceptos y, en el caso de no conseguirnos la felicidad, al menos garantizarnos la salvación eterna.

La moral de los liberales es, o debería ser, una moral de mínimos. Una moral que posibilita el ejercicio de la libertad sin interferencia hacia la acción de los demás, dado que vivimos en sociedad. Cada cual opta por su modelo de felicidad y por la forma de buscarla y si se equivoca, allá él. Si uno quiere salvarse eternamente es libre de querer desearlo y de hacer lo posible, pero no de imponerle ese modelo a nadie.

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