lunes, marzo 10, 2008

Zapatero, dimisión

La dimisión de Zapatero es inminente y no estoy de broma. Después de la celebración de las elecciones, el Presidente del Gobierno y todos los ministros presentan su dimisión y comienzan el periodo “en funciones”.

Tengo la impresión de que los simpatizantes del PP congregados en la calle Génova no hablaban de esta dimisión forzosa. No comprendo qué pasaba por la conciencia colectiva de los que estaban frente a la sede del PP. Creo que esto sólo se puede explicar recurriendo a una explicación paranormal: fueron abducidos de alguna de las manifestaciones de esta legislatura y no se han enterado que Zapatero había ganado las elecciones hace unos minutos.

Según los relatos de abduciones, este fenómeno es pasivo, esto es, alguien es abducido por alguien. ¿Quiénes son los abductores? Pues muchos medios de comunicación quieren convertir en victoria lo que es una derrota. Pongo algunos ejemplos tomados de la edición de “El Mundo” de hoy: España es el único país de izquierda de Europa, pero se elimina al Reino Unido, Italia y unos cuantos países europeos más porque sí; se reproducen las opiniones de “New York Times” sin decir que es el medio de referencia de los republicanos norteamericanos. "El Mundo" dice que Zapatero y varios ministros perdieron en sus circunscripciones, cuando el PSOE optó por presentar a figuras relevantes en provincias difíciles (sólo contando las victorias cuando se abre la noticia). “El Diario de Sevilla” destaca a quien pierde y relega a quien gana al decir: “El PP vence en Málaga y Almería y el PSOE en el resto de provincias”.

Después de cuatro años diciendo que España estaba en contra de Zapatero y del PSOE, que no representaban a nadie, que no tenían legitimidad democrática y que el gobierno era accidental, se han venido abajo. Cuatro años intentando inocular a los españoles la idea de transitoriedad de los socialistas en el poder, se han topado con la realidad electoral de golpe. Cuatro años de abducción de una parte de la sociedad que han terminado.

Si quería hablar de dimisiones, podrían haberle preguntado a Rajoy sobre su futuro. So querían hablar de mentiras pueden escribir cartas a determinados medios de comunicación sobre lo que han estado contando estos cuatro años y que ha sido desmentido paso a paso. Si querían ganar sólo tenían que haber conseguido más votos y escaños que el PSOE, que de eso se trataba.

En un sistema democrático, las victorias morales o las derrotas triunfales no tienen ningún valor. La realidad son los datos de las elecciones. Todo lo demás es apariencia de realidad y no realidad.

No hay comentarios: