domingo, marzo 30, 2008

Fernando Alonso y los españoles

Quiero hacer un paréntesis en la política, para intentar reflexionar sobre Fernando Alonso y sobre los motivos por los que este chico no me cae demasiado en gracia.

Ante todo tengo que reconocer el esfuerzo, el trabajo y la dedicación que Fernando Alonso ha tenido a lo largo de su vida para conseguir los objetivos que se había marcado. Los sacrificios han debido ser muchos y onerosos, pero en su caso han tenido la satisfacción de alcanzar lo que buscaba.

No me cae demasiado en gracia porque tengo la sensación (absolutamente subjetiva) de que Fernando Alonso se avergüenza un poquito de nosotros, que es español porque no tiene más remedio (lo cual es muy orteguiano, dicho sea de paso), pero que las peculiaridades y el “glamour” de la Fórmula 1 la siente incompatible con lo “catetillo” que somos los españoles.

Para mí la Fórmula 1, antes que él llegase, era la versión dominical de los reportajes de “La 2”. Desde que comenzó en esta categoría, yo y millones vivimos las carreras como un acontecimiento de primer orden, hemos aprendido una barbaridad sobre este deporte y hasta hemos reventado de alegría con un adelantamiento o un tropiezo de Raikonen o Hamilton.

Nosotros que realmente de lo que sabemos es de fútbol, reinterpretamos futbolísticamente la Fórmula 1. Puede que a pesar de los esfuerzos de “Telecinco” sigamos siendo unos ignorantes y que para nosotros un sexto puesto no valga nada, aunque sea un logro significativo. Todo esto puede ser cierto, pero nosotros y nuestra presencia por millones delante de la televisión es lo que hizo que un español principiante tuviera patrocinadores y que ahora estos paguen un buen dinero para llevar su marca en un coche al que todo un país le va a prestar atención.

¿Qué le pediría a Fernando Alonso? Evidentemente no le puedo pedir a él ni a nadie un fervor patriótico que ni yo poseo, pero sí me gustaría ver complicidad por su parte hacia los aficionados españoles que recorren kilómetros para verlo en los circuitos europeos. No le puedo solicitar que sea ni más simpático ni más carismático (cada cual es como es), pero sí que cuando termina una temporada no pasa nada por dedicarte siete días a pasar por todas las cadenas de televisión y radio comentando que tal has visto el campeonato de ese año.

En cierto modo somos sus clientes. Era un mercado por conquistar y nos hemos dejado asaltar por la Fórmula 1 comandada por Alonso. Sólo pedimos ser tratados como unos aficionados más, no como simple cuota de pantalla. Una vez liberado por el propio Alonso del débito de la fidelidad a un compatriota, yo animo a Raikonen, que me parece un gran piloto y que por fin pudo ganar su primer campeonato.

No hay comentarios: