martes, marzo 18, 2008

Onanismo bitacoril

Hace varias semanas mi apreciado Egócrata hizo una propuesta que metió en una categoría nueva en su blog; esa categoría era “onanismo bitacoril”. Además de hacerme mucha gracia, fue el pie para una reflexión más serena sobre cosas que nos puede pasar a los que habitualmente pululamos por esta provincia internáutica que es la Blogosfera.

Hay mucha inteligencia en los blogs, no en todos, pero sí en una buena parte. Los autores ponen sus conocimientos, su preparación y su indagación en manos de todo el que lo quiera leer, siempre que conozca su blog. No todo es generosidad, ni mucho menos. Los blogueros somos narcisistas (y el que no lo sepa es que aún no se conoce lo suficientemente bien) y este narcisismo tiene unos factores que nos ayudan y otros que no, que nos puede llevar a hacer los tontos.

Buscamos reconocimiento a nuestra labor. Lo bueno de esto, es que la búsqueda de reconocimiento se traduce en un esfuerzo mayor, en mejorar la calidad, en tener enlaces relevantes y plantear discusiones dentro de las redes, así comentar en otros blogs. Aquí se cumple uno de los dogmas del Liberalismo: la única persecución de un interés particular y egoísta (tener un blog con muchas visitas), produce un bien colectivo (más blogs interesantes, trabajados y a los que sus autores le echan tiempo).

Lo malo es que esa búsqueda denodada de reconocimiento, puede hacernos caer en las manos de los mercaderes de lo cooperativo. Hay sitios de promoción de noticias en las que todo el peso lo llevan los usuarios, pero los ingresos de la publicidad el propietario. Se puede tener la idea de que es de todos, pero los usuarios sustituyen a redactores que busquen noticias por toda la red, las propongan, y además hacen de administradores del servicio (ocupando el sitio de administradores pagados).

¿Qué reciben a cambios los usuarios? Pues unos puntillos que le permiten mayores privilegios dentro del programa, es decir, les permite trabajar más para el sistema a cambio de no recibir ninguna compensación económica. Si el usuario quiere autopromocionarse, pues que se fastidie, porque él no puede recibir nada en beneficio propio.

No quiero insinuar que haya un engaño. Las reglas están expuestas de forma clarísima. Simplemente quiero hacer constar que el entusiasmo cooperativo de muchos blogueros e internautas sí tiene consecuencias económicas o en capital relacional.

Pensemos en el propietario de Wikipedia. No quiero insinuar que haya mala gestión de las donaciones recibidas. Aceptando una gestión económica límpida, nadie puede negar que ha ganado unas relaciones sociales, empresariales y políticas estupendas por ser propietario de una enciclopedia en la que el contenido no le ha costado absolutamente nada, cuando realmente es lo más costoso en un producto de este tipo. Mientras tanto los colaboradores se quedan con su preciado orgullo de haber escrito un artículo relevante en la Wikipedia.

Todo esto me recuerdo a ciertos programas sociales gestionados por entidades sin ánimo de lucro, como entidades. Una administración da una subvención para un programa, el jefe de la entidad y los cofundadores se autocontratan para ese programa y después buscan voluntarios, generalmente voluntarios cualificados (diplomados en Trabajo Social, licenciados en Derecho o Económicas, ...) con la zanahoria de que si lo hacen bien lo mismo se les contrata en el siguiente programa, programa que sólo dará naturalmente para los que ya estaban.

Estas líneas no hacen en ningún momento alusión directa o indirecta a Red Progresista o a Socialdemocracia.org, ya que ambos lugares son ejemplos de trabajo cooperativo, donde tanto la entidad como el colaborador reciben compensaciones morales, pero no económicas.

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