martes, marzo 04, 2008

Apuntes sueltos sobre el debate (II)

Ha sido el segundo debate y como después de finalizar el primer, me propongo hacer algunas consideraciones sobre lo que todos hemos podido ver esta noche:

1) Zapatero ha estado mucho mejor que en el primer debate, el cual ganó con claridad. Ha sido más contundente y le ha parado a Rajoy los pies en muchas ocasiones. Con toda la artillería gastada en la absurda oposición hecha y desperdiciado todo el remanente en e primer debate, Rajoy se ha repetido hasta la saciedad propia y el aburrimiento ajeno.

2) Después de lo de Elorriaga el otro día en el “Finantial Times”, el discurso de Rajoy sobre Inmigración ha caído en el más grande de los descréditos. Su argumentación sigue siendo peligrosa, pero sabiendo ya todos los ciudadanos que el PP habla de inmigración no porque le interese, sino para promover la abstención, el reproche es inevitable.

3) Zapatero ha ganado en propuestas y le ha marcado a Rajoy el paso en el debate. El líder de los populares llevaba algunas cosas sueltas en lo tocante a propuestas y ha vuelto a su ya cansino discurso sobre lo de siempre. Si algo ha demostrado este debate es que el tópico que ser el último en acabar es bueno no es cierto, porque los primeros han podido marcar la marcha. Otra cosas suceden en el Congreso donde empieza y finaliza el mismo.

4) Como lo importante en una campaña electoral es la percepción social, Zapatero ha arrasado si nos atenemos a las encuestas. “La Sexta”: 49.2% para Zapatero y 29.8% para Rajoy; “Cuatro”: 50.8% para Zapatero y 29.8% para Rajoy; “El País”: 53% para Zapatero y 38% para Rajoy.

5) La verdad es que la insistencia de Rajoy en el tema de “la niña” se va a convertir en una clave de interpretación sobre este político. Él dice algo y eso se mantiene contra viento y marea, contra el cachondeo generalizado por el cuentecito y si nos vamos a otros terrenos: contra las sentencias judiciales.

6) Los ciudadanos apreciamos la contundencia, pero no la crispación. Ser contundente, pero a la vez moderado es una de las grandes virtudes que un político puede tener en España. Que ilusiones sería pedir demasiado, aunque he de confesar que Zapatero se va acercando a eso.

No hay comentarios: