domingo, enero 13, 2008

Fenomenismo estético kantiano y existencia hermanéutica

Decía Kant que en nuestra experiencia sensible, nuestra experiencia estética, no importa que el objeto que provoca esa experiencia exista realmente o no, sino que solamente la provoque. Esta idea fue muy controvertida y atacada por la legión de críticos del pensador de Königsberg. Buena parte de estos ataques no residían tanto en el fondo de la tesis kantiana sino en la imposibilidad de encontrar suficientes hechos en la experiencia estética del siglo XIX como para mantenerla con carácter general.

En la actualidad la afirmación de Kant ha cobrado una vigencia extraordinaria debido a cuatro factores.

Dos de ellos tienen ya cierta historia y forman parte de lo que podríamos denominar “doctrina clásica del siglo XX”: la psicología moderna ha demostrado que el cerebro elabora los datos sensibles y construye percepciones conforme a unos principios de funcionamiento propios; la investigación sobre la construcción social e histórica del conocimiento nos ha llevado a saber que conocer nunca es una acción pura, sino que parte de unos principios y se hace con un procedimiento que condiciona el resultado.

Los otros dos son relativamente novedad, el último más que el tercero. La importancia que la publicidad y la propaganda han adquirido en nuestras sociedades, permiten experiencias estéticas no de la propia realidad, sino de una realidad creada para producir una experiencia concreta y provocar una reacción fáctica pretendida, externa y evaluable.

El cuarto factor sí que es propio de los últimos años del siglo XX y los primeros del siglo XXI. La aparición de la tan cacareada realidad virtual legó y penetró con especial fuerza en el ámbito de la experiencia estética. El cine especialmente, y también muchas otras artes, emplean los medios técnicos contemporáneos para ir creando una realidad virtual, una realidad que sólo existe en la propia obra, superando las realidades imitadas o simuladas.

Dicho todo esto vayamos a reconocer el bucle en la Historia del Pensamiento al que hemos aludido en el título. La Hermenéutica alude a la independencia del texto cuando sale de las manos del autor. Es una existencia independiente que puede incluso volverse contra las intenciones originales y personales del propio autor. Las cosas realmente se tornan en sus interpretaciones y las interpretaciones no son ni verdaderas ni falsas cuando cuajan en el imaginario, como el objeto de la experiencia estética en Kant.

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