miércoles, enero 16, 2008

El inicio del fin de las Cámaras de Comercio

El PSOE ha decidido incluir en su programa para las elecciones generales el compromiso de eliminar la cuota a las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación (algunas veces sin navegación) que las personas dedicadas al comercio, a la industria y a la navegación deben pagar a estas “Corporaciones de Derecho Público”, como también son los Colegios Profesionales.

No me gustan mucho estos restos de la concepción corporativa de la Economía, una concepción que proviene del Feudalismo. Pero los motivos por los que mi rechazo el frontal es que estas instituciones comerciales, herederas de las primitivas cámaras de contratación, son absolutamente superfluas e inútiles.

Creo que los autónomos y empresarios que quieren beneficiarse de la representación colectiva deben decidirlo libremente. De hecho así lo hacen y por ello nacieron las asociaciones empresariales, que se reúnen en torno a la CEOE. Tan poco representativas y poco efectivas son las organizaciones camerales que no son tenidas en cuenta por la legislación laboral a la hora de la negociación colectiva.

¿Qué hacen las cámaras? Básicamente dos cosas. Son plataformas de promoción social, económica y política de las personas que están encaramadas en sus puestos directivos, que son invitados a multitud de actos públicos y en virtud de su naturaleza de “corporaciones de Derecho Público” tiene que ser consultadas por las administraciones, lo que es una ocasión de oro para hacer “lobbying”. La afiliación obligatoria no implica una mayor democracia y más cuando se comprueba que cada Cámara tiene a su frente a los empresarios dominantes de su provincia.

Lo otro que hacen las cámaras es gestionar buenas cantidades de ayudas y subvenciones, preferentemente comunitarias, destinadas a incentivar a los nuevos empresarios y emprendedores, así como actividades de formación. Tengo la impresión que estas gestiones de las Cámaras a favor de introducir nuevos operadores en el mercado no tiene demasiado éxito de crítica y público.

Echando un vistazo a la página del Consejo Superior de Cámaras, se comprueba como nada que hagan estas corporaciones no está hecho por las administraciones o pueden ser llevado a cabo por asociaciones voluntarias de empresarios y autónomos, los poderes públicos o empresas privadas.

Las Cámaras de Comercio y el comienzo de su desmantelamiento. Estas “Corporaciones” son rémoras del pasado y un gasto forzado, con una cuota cameral obligatoria. Apoyo la idea del PSOE de eliminar la obligatoriedad de la cuota cameral, lo cual transformará a las Cámaras en lo que siempre debieron ser: asociaciones voluntarias.

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