lunes, junio 25, 2007

Por un nuevo modelo de sindicalismo

Muchas personas, muchos trabajadores son enormemente críticos con el papel de los sindicatos en el marco de las relaciones laborales en España. Es evidente que los sindicatos españoles han caído en una serie de vicios que los hacen muy criticables, pero también hay que indicar que estas son las consecuencias del modelo estatalizado de sindicalismo que se adoptó en la España de la transición.

Los trabajadores son representados por organismos electos, a varios niveles, generalmente compuesto por trabajadores pertenecientes a los sindicatos. Con independencia de su afiliación o no a cualquier organización sindical, los acuerdos que firman los representantes de los trabajadores afectan a todos según el nivel de la negociación. Por ejemplo, si un convenio colectivo se consigue gracias a la presión ejercida por una huelga llevado a cabo por los sindicatos y un grupo de trabajadores, todos los trabajadores se benefician independientemente de que hayan ido o no a la huelga. Es la lógica consecuencia de un sistema generoso en el que los sindicatos funcionan como corporaciones de Derecho Público.

Yo soy partidario de un cambio en el sistema sindical español. Preferiría un giro hacia el modelo inglés, en el que los acuerdos conseguidos por los sindicatos solamente benefician a sus afiliados, que mantienen a la organización, sin acceso a los recursos públicos, con cuotas y participan en las “cajas de resistencia”. De esta forma existirían organizaciones sindicales más fuertes, quizá más pequeñas y más independientes. También los trabajadores habrán de posicionarse y no cabrá la cómoda postura de que otros arreglen los problemas, mientras que ellos no hacen absolutamente nada.

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