viernes, diciembre 28, 2007

La democracia no debe pararse después del asesinato de Bhutto

El asesinato de Benazir Bhutto ha impresionado a todo el medio político internacional y hasta cierto punto hay quienes mantiene que rompe la estrategia de los Estados Unidos en ese país.

Ahora está en el aire la celebración de las elecciones legislativas previstas para dentro de unos pocos días. Del boicoteo de la oposición se ha pasado a la negociación entre estas fuerzas y el Presidente Musharraf. Quiero hacer dos reflexiones sobre este asunto.

Primera. No celebrar las elecciones sería un gran error, porque impide que los ciudadanos apoyen las opciones con las que más se identifican, de forma que se pierde cualquier legitimidad democrática, que el Presidente no tiene (pues su respaldo está en el ejército, que no es poco en estos países), y entramos en el terreno de las supuestas legitimidades morales, que es terreno ideal de los extremistas.

Segunda. Los moderados, en todos los aspectos políticos, iban a ganar estas elecciones y manifestar que los pakistaníes están hartos de los extremistas de “Al-Qaeda” y similares, que no los quieren ni a ellos, ni a su modelo de sociedad y que, desde luego, detestan sus métodos terroristas.

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