miércoles, diciembre 26, 2007

Antonio Piñero, espectacular, en "Cuarto Milenio"

Iker Jiménez ha aprovechado la noche del día de Navidad para hacer algo que ya hacía en la radio hace unos años: un programa especial sobre el tema principal del día. Si se celebra el nacimiento de Jesucristo, pues programa sobre los años perdidos de Jesús, desde su nacimiento al inicio de la vida pública. Iker descubrió hace un tiempo a Antonio Piñero, uno de los grandes biblistas de nuestro país y, cada vez que toca un tema de estos, le invita a los debates.

Junto a Antonio Piñero, normalmente va un sacerdote cuyo nombre nunca recuerdo, y un montón de periodistas y escritores con libros de título tan llamativo como poco conocimiento especializado tienen sus autores sobre el tema.

Es el tercer debate de esta temática que Iker Jiménez tiene en su programa en “Cuatro”. Le alabo la valentía de hacer debates de dos horas de duración, con pareceres dispares y en los que hay argumentos y no griterío. La mayoría de los colaboradores habituales de Iker ya conocen a Antonio Piñero y saben que su conocimiento del tema del que es especialista no es ni superficial ni cobarde. Todo lo contrario, Piñero sabe mucho de los textos cristianos antiguos y dice las cosas claramente, matizando pero sin esconderse.

El problema es que siempre hay un despistado que no se ha enterado antes de ir al programa o que intenta hacerse el listo. Esta noche le ha tocado recibir a Luis Antequera y ha recibido de lo lindo. Piñero ha mostrado que este escritor no tiene mucha idea de estudios bíblicos y hasta ha llegado a dudar que se haya leído los evangelios.

Antequera ha intentado escabullir la andanada de datos y de textos que Piñero daba cuenta, diciendo que la historicidad (que él absurdamente niega) no se dirime solamente por el “criterio de la dificultad” (realmente es la “lectio difficilior” y debería saber Antequera que no es el único criterio para establecer la historicidad de un texto antiguo). En ese momento, con Piñero henchido de ira ante la arrogante ignorante, Antequera recibió dos capotazos, uno de Iker y otro de Javier Sierra, para que no acabara intelectualmente destrozado antes de que el programa finalizase.

Es una alegría que Iker haga estos programas y es maravilloso que un especialista como Antonio Piñero vaya a su programa para debatir y poner las cosas en su sitio, enseñando cosas que los especialistas conocen desde hace más de un siglo y que una pésima formación religiosa hurta a los españoles.

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