La legitimidad para el beneficio empresarial proviene del riesgo asumido por el empresario al emplear patrimonio propio en un proyecto que puede salir mal, perdiendo el capital invertido. Ésta y no otra es la legitimidad del beneficio empresarial.
En nuestro país se ha creado una cultura empresarial y social que piensa que el gobierno tiene que asumir el coste de cualquier desastre empresarial. Esto se justifica falazmente en la protección de trabajadores y consumidores. Lo primero que hace el Estado es condonar las deudas tributarias o los ingresos no producidos a la Seguridad Social, para acabar o tomando parte en el capital social o tragándose directamente todo el pasivo dejado por el naufragio empresarial.
Con el caso de “Air Madrid” se ha vuelto a las andadas. El gobierno, con demasiada buena voluntad, puso en marcha un plan de contingencia para que no se produjeran incidentes aeroportuarios la primera semana, y ya hay quién quiere que el Estado asuma todos los billetes de los consumidores. En una economía de mercado cada cual elige la línea aérea con la que quiere volar y el hecho de optar por una y no por otra conlleva asumir las ventajas y desventajas de la elección. Es Estado no debe pagar las elecciones libres de los consumidores.
En nuestro país se ha creado una cultura empresarial y social que piensa que el gobierno tiene que asumir el coste de cualquier desastre empresarial. Esto se justifica falazmente en la protección de trabajadores y consumidores. Lo primero que hace el Estado es condonar las deudas tributarias o los ingresos no producidos a la Seguridad Social, para acabar o tomando parte en el capital social o tragándose directamente todo el pasivo dejado por el naufragio empresarial.
Con el caso de “Air Madrid” se ha vuelto a las andadas. El gobierno, con demasiada buena voluntad, puso en marcha un plan de contingencia para que no se produjeran incidentes aeroportuarios la primera semana, y ya hay quién quiere que el Estado asuma todos los billetes de los consumidores. En una economía de mercado cada cual elige la línea aérea con la que quiere volar y el hecho de optar por una y no por otra conlleva asumir las ventajas y desventajas de la elección. Es Estado no debe pagar las elecciones libres de los consumidores.
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