miércoles, diciembre 13, 2006

Actuar a tiempo

La acción de la policía y de la Justicia ha conseguido desarticular una célula terrorista en nuestra ciudad, que según las informaciones oficiales, se planteaba pasar a la acción. Este tipo de acciones no es fruto de la casualidad, sino de horas de trabajo y de investigación de quiénes tienen encomendada nuestra seguridad.

En materia de seguridad no cabe la improvisación, ni chapuza, ni el remiendo. La seguridad es un asunto de tal importancia que no se deben escatimar medios económicos ni humanos. Sólo a través de una política seria y coherente de seguridad se pueden realizar operaciones como la de la noche pasada.

La seguridad se hace seriamente o no se hace, sin que luego tengan sentido ni los golpes de pechos, ni las airadas condenas, ni los helicópteros apocalípticos. Los grandes esfuerzos que en esta materia se está realizando en España, están dando sus frutos. Su mejor fruto no es otro que conseguir que las acciones terroristas queden en grado de tentativa, de intento frustrado, sin tener que perseguir a los autores materiales de un atentado, porque se ha conseguido, simple y llanamente, que no haya atentado.

Las inversiones y el esfuerzo personal en seguridad lucen poco en el día a día. No hay fotos, no hay medios informando en cada momento, no hay reconocimiento a toda la energía gastada y los sacrificios quedan en el más absoluto anonimato.

En días como hoy es cuando los ciudadanos percibimos que el trabajo callado, silencioso y discreto que se realiza para mantener la seguridad de España tiene razón de ser. En días como hoy es cuando vivimos la cohesión de nuestro país, el trabajo de todos por cada punto de nuestra geografía nacional, por cada una de las personas que nos honramos de ser españoles.

La seguridad no es terreno de disputas partidistas. Tampoco es terreno para abrir las pasiones más viscerales y ocultas, ni muchos menos para la generalización indiscriminada hacia determinada cultura, como pretenden hacer muchos que se niegan a aceptar que Ceuta es una ciudad cosmopolita.

España cuenta con grandes profesionales para garantizar la seguridad de todos nosotros, dotados de todos los medios necesarios. A ellos hemos de agradecerles que cumplan su deber y que por ello hoy nos sintamos más seguros. Una seguridad llevada con seriedad es nuestra mejor defensa contra los terroristas. Se han sembrado dudas constantemente en nuestra ciudad con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, dudas que hoy son más insultantes que nunca.

Nos corresponde a los ceutíes otra callada labor, tan importante como la realizada por la Seguridad del Estado y la Justicia. Esa labor es acabar con las fuentes del terror, con el caldo de cultivo del terrorismo, con las zonas marginales y al margen de la Ley en nuestra ciudad.

El terrorismo busca realizar los más terribles crímenes. Pero no sólo eso. El terrorismo busca sembrar la vida de miedo, inquietud y resentimiento. Ceder a cualquiera de estos sentimientos es darles ya una victoria a los terroristas. Continuemos nuestra vida, con nuestras preocupaciones y alegrías, con nuestras aspiraciones y fracasos; sigamos sacando a pasear a nuestros hijos y prosigamos haciendo las compras para las próximas fiestas.

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