miércoles, abril 02, 2008

El peligro de ser demasiado previsible

Uno de los argumentos que, por lo visto, emplea Federico Jiménez Losantos para atacar a Rajoy es que los medios más cercanos a la izquierda han visto con buenos ojos la elección de Soraya Sáenz de Santamaría como portavoz parlamentaria.

Aplicando rigurosamente la doctrina de que si el adversario político y mediático aplaude algo, entonces eso es malo, y que si lo rechazo, entonces es bueno. Toma los titulares de algunos medios y los pronunciamientos de otros medios para convertirlos en argumentos como Rajoy.

No es la primera que lo hace, más bien es una pauta de su comportamiento. No hay nada más peligroso, en el mundo político, que tener una pauta de comportamiento tan simple y tan fácilmente previsible como ésta.

Cualquiera puede conocer esta pauta de comportamiento y utilizarla a favor de sus intereses. Para que Federico Jiménez Losantos salte contra alguien, sólo es necesario alabarlo, y él se olvidará de las consecuencias de sus palabras.

No descubro nada si digo que a la izquierda lo que más le conviene políticamente es que en el PP haya un conflicto cuanto más duro y duradero mejor. Si se llega al extremo, poco probable, de producirse una escisión, en Ferraz montan una fiesta mayor que las de una victoria en las Elecciones Generales.

Los sectores más conservadores de la derecha española, siguiendo a su referente radiofónico, han reaccionado desbordándose. Su previsibilidad excesiva les puede convertir en víctimas de sus propios adversarios políticos, pues siempre reaccionan como se espera que hagan y basta mover una ficha para conseguir de ellos el comportamiento deseado incluso contra los intereses que defienden.

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