jueves, septiembre 06, 2007

Rosa Regás

La última semana de agosto ha tenido una noticia dominante en el plano político y cultural: la dimisión de Rosa Regás como directora de la Biblioteca Nacional. Creo que el nombramiento de esta señora fue una de las peores decisiones del Gobierno de Zapatero cuando comenzó su gestión.

En nuestro país se confunde al intelectual con el escritor y se piensa que un escritor es una especie de sabio que sabe de todo, cuando su mérito generalmente es expresar lo que realmente nunca ha existido. La consecuencia es que diferentes gobiernos han puesto a especialistas en la ficción a gestionar algo tan real como es la Biblioteca Nacional (como también fue el caso de Luis Alberto de Cuenca con el PP).

Por otro lado Rosa Regás representa una forma de izquierda de la que me encuentro muy distante. Una izquierda que no es una ideología o pensamiento para la mayoría, sino para determinadas minorías y que nunca cuestiona el “status quo”, porque sus sostenedores son unos de los que se benefician de ese sistema.

El nuevo ministro de Cultura se dijo a Regás que en tres años no había hecho nada y posiblemente esto haya sido cierto, pues un ministro suele tener buena información sobre su departamento. Todo ello se ha unido a la pérdida de determinado material de bastante valor patrimonial en las propias salas de la Biblioteca. Regás se ha intentado disculpar diciendo que eso ha pasado antes y también sucede en otras bibliotecas similares, pero esto es además un reconocimiento del hecho también es de la incompetencia, porque cuando se nombra a alguien para un puesto es para que las cosas mejoren respecto al pasado, no para que todo siga igual, y para tomar lo mejor de otros lugares, no su indolencia respecto al robo de material.

Regás debe darse cuenta de que la política no es escribir contra el adversario, ya que cuando se ha dejado la oposición hay que hacer infinidad de cosas, en cada una de las áreas de la Administración. Política no es decir solamente que la derecha es malísima y herederos del Franquismo, sino que hay que demostrar que la otra opción es mejor gestora, beneficia a la mayoría y es preferible a la hora de las elecciones, incluso cuando se esté entre millones de libros y millares de investigadores.

No hay comentarios: